Alzheimer, puede ser detectada 20 años antes
En Argentina aproximadamente 503.000 personas padecen la enfermedad
Los criterios
de detección de la enfermedad de Alzheimer, la más frecuente de las demencias, experimentaron una
profunda transformación en la última década al punto que hoy es posible llegar
a un diagnóstico presuntivo entre 15 y 20 años antes de que se manifiesten los
primeros síntomas clínicos de pérdida de la memoria, según explicaron
especialistas en el Día
Mundial.
Toda esta revolución tuvo lugar gracias a la
identificación de "biomarcadores" o indicadores biológicos -como la
proteína TAU y las beta amieloides- presentes durante su "fase
silenciosa" o preclínica, la cual puede anteceder hasta en dos décadas la
de los síntomas exteriores observables.
Lo más novedoso en materia de diagnóstico es que
hoy existen biomarcadores que permiten algo surrealista, que es diagnosticar la
enfermedad con certeza y precocidad antes que suceda.
A
partir de allí, es posible "retrasar
ese comienzo a través de la combinación de una medicina de alta tecnología y
técnicas de atención primaria", lo que redunda en una mayor sobrevida y una mayor
calidad de vida.
Se puede hacer (los estudios de biomarcadores)
porque están disponibles, es decir, se puede por hacer una tomografía por
emisión de positrones (PET) o se puede hacer una punción lumbar para determinar
presencia de beta-amiloides o de la proteína Tau, pero no fueron oficialmente
aprobados -creo que por cuestiones de costos-, los tiene que afrontar el
paciente y son relativamente caros.
Las investigaciones científicas a nivel mundial
también están abocadas al desarrollo
de técnicas diagnósticas menos invasivas que la punción lumbar "que implica un
riesgo", y ya hay "algunos trabajos que están evaluando la medición
(de los biomarcadores) por análisis
de sangre y saliva", aunque "están muy en pañales".
Que el Alzheimer sea una demencia implica que es
una enfermedad caracterizada por "el
deterioro grave de la capacidad mental en diferentes aspectos cognitivos y
conductuales, con la suficiente severidad para interferir en el funcionamiento
en las actividades de la vida diaria", según la definición de la "Guía para el abordaje
de personas que presentan la enfermedad de Alzheimer y otras demencias"
publicada el año pasado por PAMI.
Alrededor del 70% de las personas con demencia
padecen Alzheimer, una patología gradual, crónica, neurodegenerativa,
incurable y terminal que está relacionada con la acumulación de sustancias
tóxicas en el cerebro, tales como las proteínas beta-amieloide y las proteínas
tau.
En Argentina unas 503.000 personas
padecen la enfermedad.
Síntomas y factores de riesgo
Los síntomas van agravándose con el tiempo: comienzan con dificultad para recordar
información recién aprendida, prosiguen con problemas en el
uso del lenguaje y desorientación, suceden luego cambios en el
humor o el comportamiento y dificultad en la toma de
decisiones, para arribar a una última etapa en la que
el paciente ya no puede caminar y tiene problemas de deglución.
En cuanto a los factores de riesgo,
el principal es tener más de 65 años, aunque también hay condicionantes
genéticas.
La prevalencia es de solo el 5% a los 60 años
mientras que, a los 80 años, se da en más de la mitad de la población.
A esos factores de riesgo no
modificables, se agregan otros de carácter modificable como la
salud cardiovascular -hipertensión, diabetes, colesterol, tabaquismo,
obesidad-, el sedentarismo, una dieta no saludable, déficit de estimulación
cognitiva o de horas de sueño.
Se ha comprobado que el ejercicio aeróbico
programado de al menos 20 minutos 4 veces por semana duplica los tiempos para
la evolución de la enfermedad, que la existencia de redes sociales de
contención reduce 6% las probabilidades de desarrollar Alzheimer y que la
pérdida auditiva las aumenta un 7%, un poco menos que el estrés y la depresión
(3 ó 4%).